Hoy por la mañana fuimos a visitar el colegio donde nos dieron la muy buena noticia de que finalmente han admitido al pequeño en el colegio de sus hermanas. Así que irán los tres juntos y eso nos ahorrará, espero, muchos disgustos y preguntas del estilo "por qué yo tengo que ir a este cole y mis hermanas al otro?", sino que además nos hará la logística familiar más sencilla. Y después de pasar por la biblioteca del pueblo para hacernos los carnets y sentirnos así más saffroneses, nos dimos a la búsqueda desesperada de uniformes por la charities. En la de Oxfam nos hicimos con un buen botín, casi dos juegos completos para cada uno por 25 libras. Y eso la ha convertido automáticamente en mi tienda favorita de todas. St. Elizabeth me ahorró comprarme el jersey nuevo para Sol y al final del día, con los niños agotados y hartos de ir de tienda en tienda, tuve que rendirme y reconocer que Eva no tenía jersey y no podía ir el primer día sin él, así que literalmente nos arrastramos a la tienda donde los venden nuevos, lo cual, después de estar todo el día practicando el chariting me parecía poco más o menos que un acto de traición. En total, me he hecho con un uniformes para todos, por menos de 50 libras.
Así que aquí estoy, en nuestro primer día laborable, el verdadero primer día de vida "normal" en Saffron Walden, planchando pantalones y faldas de franela gris para la tropa.
Y me pregunto si para esto quería yo venirme al corazón de Inglaterra.
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